Optimissa en la Gran Manzana
¿Qué es lo que mejor de trabajar en Optimissa? El poder viajar a todos esos nuevos lugares apasionantes. Nueva York ocupaba el primer lugar en mi lista de destinos pendientes y tuve la suerte de encontrarme en el momento justo en el lugar adecuado cuando Optimissa comenzó a ampliar su cartera de clientes en esa ciudad. Así que tras unas semanas de conversaciones con el cliente, me vi embarcando en un avión con destino a Nueva York, y dejando atrás Madrid, la ciudad que se había convertido en mi hogar durante todo un año.