ESG / Transparencia y taxonomía

¿Quién es quién?

El concepto de sostenibilidad lleva décadas en nuestras vidas. Concretamente, éste nace de la preocupación del ser humano por la perdurabilidad, por asegurar el presente y el futuro. La sostenibilidad trata, por tanto, de entender los impactos que causamos, medirlos de forma efectiva para construir realidades que tengan vocación de largo plazo desde el punto de vista social, ambiental y, por supuesto, económico.

En las diferentes capas que conforman la gobernanza global, desde los ayuntamientos hasta la Organización de las Naciones Unidas, pasando por gobiernos, asociaciones, ONGs y organismos internacionales, se han construido diferentes estrategias para abordar este reto y legislarlo, muchas de ellas cuestionables a la luz de los resultados cosechados.

El enfoque ESG pone la lupa sobre aspectos éticos, tratando de acercar el mundo empresarial a dichos conceptos.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) se diseñan en el seno de las Naciones Unidas y vertebran la agenda 2030. Éstos agrupan una serie de objetivos clasificados por temáticas que inciden, fundamentalmente, en políticas específicas relativas a la evolución sostenible y justa de la sociedad. En este contexto, debe mencionarse que el enfoque ESG (ambiental, social y de gobernanza por sus siglas en inglés) no solo aborda aspectos éticos, tratando de acercar el mundo empresarial a dichos conceptos, sino que trata de hacer ver a las empresas que entrelazar la búsqueda de una rentabilidad con búsqueda de impactos positivos acaba convirtiendo su negocio en más rentable, sostenible y resiliente en el largo plazo.

Como ya se dijo, todos estos conceptos nos acompañan desde hace décadas; no obstante, es ahora cuando su protagonismo resulta indiscutible. Donde hace años la voz de los departamentos de RSC o ESG era residual y alejada del negocio, hoy -es indudable- sus funciones tienen una relevancia capital no sólo ante exigencias normativas y regulatorias, sino por la importancia de transmitir la imagen de una compañía hacia el exterior. Esto es, hacer visible su compromiso de perdurabilidad.